Milei recibe un duro golpe en Corrientes: Su candidato salio cuarto y profundiza la crisis libertaria.
La elección en Corrientes dejó un resultado inesperado y lapidario para el oficialismo nacional: el candidato a gobernador respaldado por Javier Milei, Lisandro Almirón, quedó relegado al cuarto lugar, marcando un retroceso político que repercute de lleno en el armado libertario.
El dato no solo expone la debilidad de La Libertad Avanza en los distritos del interior profundo, sino que también constituye un golpe simbólico para el propio Milei, que había puesto fichas en esta contienda como un modo de extender su influencia territorial.
Mientras en el búnker radical celebraban la victoria de Juan Pablo Valdés, hermano del gobernador saliente Gustavo Valdés, y en el peronismo se mostraban conformes con el crecimiento de su candidato Martín Ascúa, la noche se volvió amarga para el espacio libertario. El resultado fue peor de lo esperado: no solo no lograron entrar en la pelea por la gobernación, sino que quedaron por debajo de lo proyectado en las encuestas previas.
El fracaso se explica en varios factores. Por un lado, Corrientes es una provincia con hegemonía radical de más de dos décadas, donde el aparato oficialista mantiene un fuerte control territorial. Por otro, el peronismo, a pesar de sus derrotas pasadas, logró reposicionarse con Ascúa y arañar un escenario competitivo. En ese tablero, Almirón no logró instalarse como opción real, a pesar del respaldo nacional.
La Casa Rosada esperaba, al menos, un resultado que los dejara en tercer lugar, con la expectativa de consolidar una base en la región. Pero el “cuarto puesto” fue leído como un revés humillante. La propia narrativa libertaria, basada en la idea de “avanzar sin freno” en todo el país, se resquebraja con un golpe duro a la credibilidad electoral del espacio.
Las reacciones en redes sociales no tardaron en multiplicarse. Mientras en el comité radical se difundía un triunfalista “Ganamos”, en el universo libertario el silencio fue notorio. Las imágenes de un Milei compungido rápidamente se viralizaron como símbolo del malestar y la derrota.
Este resultado también genera interrogantes hacia el futuro. ¿Podrá La Libertad Avanza consolidar su presencia fuera del AMBA? ¿Cómo afectará este traspié la imagen de Milei en un momento en que atraviesa tensiones internas y cuestionamientos por la falta de gestión en áreas clave?
Más allá de la derrota libertaria, las elecciones correntinas dejan varias conclusiones:
- El radicalismo reafirma su peso en la provincia con la continuidad de la familia Valdés.
- El peronismo, aunque no logró el triunfo, muestra signos de recuperación.
- Los libertarios evidencian límites estructurales para competir en distritos con fuerte tradición política.
La política correntina volvió a demostrar que no es terreno fácil para los recién llegados. Y en este caso, el tropiezo libertario trasciende lo provincial: impacta en la proyección nacional de Javier Milei, que deberá reconfigurar su estrategia si no quiere que estas derrotas se conviertan en un patrón repetido.
En definitiva, lo que se esperaba como un desafío menor terminó convirtiéndose en una señal de alerta. Corrientes votó y el mensaje fue claro: el “fenómeno Milei” no alcanza en todos los rincones del país.
Con la mirada puesta en las próximas elecciones provinciales, el presidente enfrenta ahora una realidad incómoda: su fuerza no logra despegar fuera de los grandes centros urbanos y, por primera vez desde que llegó al poder, los resultados lo dejan en el lugar que más temía: el cuarto puesto.
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