La iniciativa, articulada con distintos organismos provinciales, busca fortalecer proyectos productivos y generar desarrollo local en un contexto económico desafiante. Este viernes, la diputada nacional Gabriela Pedrali, junto a la presidenta de FOGAPLAR, Laura Sabatini, y equipos técnicos, concretó una nueva entrega de créditos a emprendedores riojanos, que se suman a los 25 otorgados anteriormente en distintos puntos de la provincia. La propuesta, impulsada por la legisladora, tiene como objetivo fortalecer el trabajo y favorecer el crecimiento de iniciativas productivas que aporten al desarrollo local. Se trata de una articulación con el Ministerio de Trabajo, Empleo, Industria y Minería, el Fondo de Garantías Público de La Rioja, el Gobierno provincial y el CFI. Pedrali felicitó a las y los beneficiarios, aclarando que esta tanda corresponde a las inscripciones realizadas hasta fines de julio, cuando debió cerrarse la convocatoria por la alta demanda. “Trabajamos con una gran vocación de acompañar a las emprendedoras y emprendedores con una mirada federal, alcanzando todos los lugares de nuestra provincia”, expresó, y agregó: “diseñamos estas herramientas porque sabemos que son necesarias, más en estos momentos difíciles, donde el apoyo de un Estado cercano y con una mirada especial al sector emprendedor puede marcar la diferencia”. La legisladora subrayó además que la meta es generar un salto cualitativo en los proyectos: “Buscamos que sus negocios escalen y crezcan, que incorporen herramientas a partir de las mentorías y que puedan imaginar cuánto más pueden lograr si así se lo proponen”. En la misma línea, la presidenta de FOGAPLAR, Laura Sabatini, señaló: “Este es un primer paso muy importante, porque genera un antecedente crediticio. Es fundamental poner en valor la decisión de ustedes de solicitar un crédito, cumplirlo y poder seguir acompañándolos con nuevas propuestas en el futuro”. Por su parte, Rosa Cejas, una de las emprendedoras beneficiadas, destacó: “Con el crédito quiero crecer más, que mis delantales y producciones se vean en un café, una heladería, en un bar y que me reconozcan a mí al verlos. Todo lo que hago lo hago con cariño y con amor, y es mi principal fuente de ingreso; a mi edad (58 años) no podría encontrar otro trabajo”.